viernes, 23 de diciembre de 2011

Capítulo 7.

Me levanté de la cama y miré el móvil. Las ocho menos cuarto del jueves 15 de diciembre de 2011. Justo hoy, dos meses atrás, empezó a gustarme Marcos.
Me acordaba perfectamente de cada una de las fechas importantes, de todas, era una manía.
Por fin, sólo quedaba una semana para que terminara el colegio. Me duché y me arreglé, desayuné y me fui para el insti con Lorena. De camino le conté que me pasó con Lucas ayer.
-¡Qué fuerteeeeeeeeeeeeeeeeee! ¿¡Y no me llamaste!? ¡Aquí hay tema, pero tema, tema!- Lorena tenía la cara iluminada, le había hecho más ilusión que a mí.
-¡Venga, chilla más, que me parece que los del pueblo de alado no se han enterado bien!
-Pero al final, ¿hubo tema o no? ¿Te besó?
-No, no pasó nada Lore.- Le dije con una cara un poco triste.
-Tú eres gilipollas, si es que lo tengo que hacer todo yo. ¡Trae el móvil!- Se abalanzó sobre mí y casi nos caemos.
-¿Qué haces, loca?
-Dame tu móvil que le llame para que quedéis esta tarde, ya sabes a dar una vuelta y lo que surja...- Sonrió.
-¿Tú estás tonta o qué? Ahora estará en clase y de todas formas no voy  quedar con él.
-¡Dios, que sosa eres!- Cruzó los brazos y puso cara de enfadada, parecía una niña pequeña.
-Y tú tonta, y no me quejo. Anda vamos que vas a llegar tarde a clase. Y no te preocupes, si eso esta tarde le llamo.
-¡Bieeeeeeeeeeeeeeeen!- Empezó a saltar de un lado para otro y a bailar y a dar vueltas hasta que llegamos a clase. - Adiós fea, en el recreo hablamos.
-¡Adiós tontaina!- Le di un abrazo. Entré a clase y dejé la mochila. Me salí a la puerta a esperar que viniera el profesor.
-¡Japúsh!- alguien me acababa de dar un pescozón, y sin mirarle ya sabía quién era.
-Hombre, Mister Simpatía.- dije irónicamente.
-¿Cómo sabes que he sido yo?
-Porque eres el único idiota que dice eso cuando me pega.
-¿¡Qué te pegan!? ¿Quién te pega?
-Tú, que me tienes maltratada Marcos.
-No puede ser, te estás equivocando, si yo soy muy bueno...- Puso una sonrisa pícara.
-Sí, cuando duermes... - Me reí, y él conmigo.
Sus amigos empezaron a llamarle y se fue. Yo me quedé fuera, en los pasillos esperando a Brenda y Susana, pero no aparecían. Ya eran las nueve menos veinte.
-¡Tssssssssssssss!- Me giré y miré hacia arriba. Era Marcos otra vez, en el último piso yendo a su clase. Me estaba llamando. Le miré, le sonreí y me guiñó un ojo.- ¡En el recreo hablamos, panoli!
-¡Valeeeeeeeeeeeeeee!- Puse cara de... ''que idiota eres'' y se rió.
No sé, pero últimamente todo el mundo me guiñaba un ojo.
Llegaron Susana y Brenda, y la profesora de matemáticas aún no había venido.
Susana se acercó a mí mientras Brenda se metía en clase.-Me he enterado que viste a Lucas ayer en el centro comercial.
-Sí, lo vi en Primark.
-¿Y qué tal?
-Nada, bien, como siempre.
-Ashley, que no estoy enfadada por lo de Marcos, de verdad.
-Bueno, te creo... ¿Cómo siempre?
-Claro, un placer.- Sonrió.
La echaba de menos, no podía estar tanto tiempo peleada con ella. Aunque hubieran sido 3 o 4 días, se me hicieron eternos y no podía estar así con ella.
Entramos a clase y apareció la de matemáticas. Las dos horas se pasaron voladas. Sonó el timbre y salí al recreo con Susana y Brenda para esperar a Lorena.
Ya volvía a estar bien con Susana y todo estaba en su lugar, de momento...

Continuará...*

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