jueves, 5 de enero de 2012

Capítulo 12.


Los nuevos nombres:

Inés------- Ashley
María----- Susana
Arantxa--- Brenda
Miriam---- Lorena
Juan------- Marcos
David------ Lucas
Josué------ Pablo
Isma------- Tom


19/12/11


Hoy es lunes. Odioso lunes... Aunque pensándolo bien, si el lunes no existiera odiaríamos el martes, y si el martes no existiera odiaríamos el miércoles, y así sucesivamente. Pero bueno, ¡sólo quedan dos días para las vacaciones!
Me levanté de la cama y me arreglé. Hoy tocaba Educación Física, así que me puse unos leggins azules marino, con una camiseta con la bandera de Reino Unido y unas zapatillas y una sudadera Converse rojas y salí.
En el portal me esperaban Susana, Lorena, Cris y Samara (unas amigas de clase). No mencioné nada de lo que pasó el sábado, no quería que se enterase nadie; aún dudaba si contárselo a Lorena. Sé que no va a decir nada, pero no me apetecía que me dijera: ''te quiere'', ''sal con él'', ''le gustas'', ''¡que monos!'' o todas esas cosas que, de momento, no me quería creer.
No quería ilusionarme con Marcos, ya lo había pasado bastante mal con todos los chicos de los que me había enamorado anteriormente, y con éste no quería volver a fallar. La verdad, no me apetecía pasar semanas o incluso meses llorando y deprimida por él, por creer que podríamos llegar a ser algo más. No quiero. Y aunque suene egoísta, ahora prefiero MI felicidad a la de los demás. Porque esta vida da muchos palos, y la mayoría me los he llevado yo.
Bueno, volviendo al tema, llegamos al instituto. Subimos las escaleras y nos dirigimos a clase. Allí estaba Marcos, apoyado en la puerta con las manos dentro de los bolsillos mirando al techo. ¡Me encantaba! Lo vi desde el principio del pasillo. Quería que se diera cuenta de que había llegado, pero disimuladamente, no quería que supiera que me gustaba, así que empecé a elevar la voz un poco.
Se dio cuenta y se quedó mirándome. Pasé por su lado, casi rozándole, me cogió de la cintura y se acercó a mi oído.
-¿Los quieres aquí o en la intimidad?- Dijo susurrando y enseguida caí en lo que era. En este momento pesé que era un poco idiota; con lo que le dije el sábado estaba claro de que no quería que se enterara nadie.
Susana se paró y se giró para buscarme, en el momento en el que puso la vista en mi le dí un codazo en la barriga a Marcos.
-¡Suélta!- y entré en clase mientras él se quedaba allí tirado rabiando de dolor.
Terminó la clase y Susana se puso ha hablar conmigo.
-¿Qué quería Marcos?- Dijo con tono enfadado pero a la vez triste.
-Nada, no le he oído bien.
-Como te tenía tan bien cogida...- Me miró con odio.
-Sus, ¿tú eres gilipollas o qué? No me lo puedo creer... Yo.. ¡yo flipo macho!
-¿Es que pasó algo el sábado?
-No, joder, ¿no te fías de mi? Pues nada, ale, adiós ''amiga''.- Dije con un poco de ironía que esperaba que ella hubiera pillado y subí corriendo al tercer piso a buscar a Marcos.
Estaba con Pablo y unos cuantos más. Me acerqué corriendo y lo enganché del brazo. Lo arrastré hasta un rincón.
-Lo siento.- Dije mientras agachaba la cabeza.
-No pasa nada.- Me subió la cabeza y me acarició el pelo. Sonreí.- Bueno...- me volvió a agarrar de la cintura y me pegó a él. Empezó a besarme el cuello. Olía raro. Ese asqueroso aroma me sonaba.- Veo que no has aguantado mucho en venir a mí.- Le empujé un poco para separarme de él, pero parecía un pulpo.
-Tengo clase.- Le dije con la voz temblorosa. Es verdad, tenía un miedo horrible, pero aún no sé a qué. Me escapé de sus caricias y besos por mi cuello y bajé corriendo a clase.
Llegué y llamé a la puerta.
-¿Se puede?- tocaba Física y Química.
-No, llegas 15 minutos tarde. Vete a la sala de profesores.- Cerré la puerta y me fui.
Llegué. Me encantaba esa sala. Era enorme, con tres grandes mesas en el medio y unos 20 o 25 ordenadores al rededor de la pared.
-¿Biología?- preguntó una de mis maestras.
-No, Física y Química.
-¿¡Qué!?- Se dio la vuelta cuando ya había escrito ''Biol''. Como ya dije antes, siempre que aparecía por ahí estaba en Biología.- ¿Qué ha pasado?- Dijo con cara preocupada.
-Nada, que he llegado tarde.- Sonreí.
Ella tachó lo que había escrito y puso en un folio: 2ªh-Ashley Smith-3ºA-F.Q. Eso era una especie de parte que, supuestamente, mandaban a tu casa y que los padres debían de firmar, pero a mí, por lo menos, nunca me llegó.
Pasaron cinco minutos y se abrió la puerta. Era él otra vez. Me miró y sonrió. Se sentó a mi lado.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté yo.
-Fui a buscarte a tu clase, y como no te vi supuse que estarías aquí.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Hubo un silencio. De repente se oyó al director llamar por megafonía a todos los profesores, y éstos se fueron dejando la sala vacía con nosotros dentro.
Yo estaba sentada, con las mangas remangadas, la cabeza sujetada con una mano y la otra mano colgando, mirando al lado opuesto donde estaba Marcos. Noté una caricia que me subía por el brazo hasta el cuello. Sentía su respiración cada vez más cerca. Empezó a tocarme el pelo y a acariciarme los labios.
-Marcos, ¡estáte quieto!- dije yo poniéndome de pie.
-Anda, venga, si estamos solos.- Me cogió por detrás. Otra vez ese asqueroso olor.
-Que ya te he dicho que no.- Me solté y me puse al otro lado de la mesa.
-¿Quieres jugar? Vas a jugar.- Empezó a correr detrás de mí.
Ahí estábamos los dos, corriendo alrededor de una mesa como idiotas. De repente algo se le cayó del bolsilo y me paré a ver que era mientras él lo buscaba desesperadamente.
Lo cogí y él se quedó parado. Era una cajita de metal. Ya se lo había visto a otra gente de clase. Era lo bastante pequeña para caber en el bolsillo pero suficientemente grande para que cupiera lo que nunca me hubiera imaginado de él. La abrí.
-¿¡Pero qué...!?- Se me cayó de las manos al mismo tiempo que rompí a llorar.
Era mariguana. Ya sé que no os parecerá raro ni algo malo, pero los porros era lo que más odiaba en esta vida, era lo único que me superaba. Lo peor es que cuando ya no le hicieran efecto se pasaría a algo peor, y así hasta...
Me caí al suelo y seguí llorando, no podía más, ya era lo que me faltaba. Marcos se acercó a mi y me abrazó.
-Tranquila, no tienes por qué ponerte así.
-¡Quita, no te me acerques!- Me alejé de él arrastrándome, ya que no tenía ni fuerzas para levantarme.- ¡Vete, desaparece de mi vista! ¡Fuera!


Continuará...*

2 comentarios:

  1. Me encanta la novela:) i el capitulo tabien, espero el siguiente^^

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  2. Muchísimas gracias, de verdad!:DDD
    Un besazo cielo:)

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